lunes, 21 de septiembre de 2009

¿Antropólogos Digitales?

¿Podemos conocer desde nosotros mismos y desde cada uno?
Pensaba en esta pregunta y considero que la existencia individual es absoluta responsabilidad de uno mismo. Existimos en tanto podemos evidenciar las características de la vida. Somos los únicos responsables de estar vivos aun cuando la vida de cada uno dependa de todo lo que existe. Aprender y enseñar son características humanas y al mismo tiempo son evidencia de estar vivos. Es como una paradoja en la cual nada de lo que somos en tanto humanos nos pertenece, heredamos genéticamente todo y también todo lo que aprendemos del mundo nos ha sido heredado, sin embargo somos únicos e irrepetibles y al mismo tiempo nada es igual a cada uno.
Aprendemos desde nosotros mismos en tanto decidimos aprender, pero todo lo que decidamos transformarlo en objeto de estudio nos ha sido heredado.
Pienso finalmente que en este mundo informacional y digital seguimos en la misma búsqueda desde siempre, pero con más facilidades para comunicarnos, lo cual va de suyo, no es garantía de comunicación, ni aprendizaje, ni creimiento, es solo que el avance tecnológico nos facilita algunos aspectos externos de estar en el mundo.

¿En qué cambia este problema la Red de máquinas inteligentes?
Pienso que la red nos ha permitido ampliar la perspectiva de nuestra existencia individual en tanto nos ha dejado compararnos con el mundo y en cierta forma reconocer nuestra pequeña existencia en relación con todo lo que es. Probablemente en momento en que la comunicación era todo un desafío para el hombre, la grandeza de mis creaciones no podía ser inmediatamente opacada por la existencia de otra grandeza puesto debía forzar un proceso de vinculación con otros. Actualmente, en este mundo instantáneo encuentro facilmente todas las creaciones y todas la existencias. Al mismo tiempo todo lo que hay es construido por el hombre, puesto que todo lo que sabemos y experimentamos en el mundo es una creación mental y humana, nadie puede dar cuenta de lo que existe fuera de nuestro cerebro. Con esto quiero significar que las máquinas inteligentes son un espejo de nosotros mismos y existen en tanto existimos para darles vida y en este supuesto no es difícil pensar que se parecerán a nosotros en sus maneras de manifestarse vivas, lo cual es una ventaja y al mismo tiempo un problema.

¿Qué papel juegan la interacción y las redes vinculares en la organización de los sistemas y en la producción de conocimiento?
Me parece que las redes vinculares que existen gracias al desarrollo tecnológico se evidencian mas por una suerte de puentes que unen individualidades. Si los especialistas intentan construir un mapa de las redes de comunicación existentes, encontrarán rasgos de humanidad en ellas y por lo tanto movimiento, complejidad, creimiento, etc.
Vincularnos con otros nos permite asociarnos de muchas formas, y al mismo tiempo nos lleva a fortalecer nuestra individualidad y a generar un lenguaje cuya comunicación nos permita intercambiarnos lo que sabemos del mundo.
La producción de conocimiento puede verse facilitada por la existencia de una red vincular, puede verse también agilizada, pero lo que resulte realmente como conocimiento que nos permita evolucionar como humanidad depende absolutamente de nuestra capacidad para aprender de nosotros mismos, me parece en una red interna, en una mirada introspectiva que me permita reconocerme en mi humanidad para poder reconocersela a otros.

¿Qué papel tienen lo emocional y lo argumental en la sociedad digitalizada?
El avance tecnológico, la emergencia del espacio virtual y la digitalización ha impactado en nuestra tradicional forma de "ver" el mundo, nos altera las ideas de tiempo y espacio y esto nos genera definitivamente nuevas necesidades de aprendizajes, nuevas configuraciones de realidad, de existencia.
Cada uno de nosotros en tanto humanos somos sujetos complejos, vamos en un contínuo desde lo denso a lo sutil. Pensemos que la voz nace de un cuerpo denso y es desde allí donde algo de nosotros se sutiliza a tal punto que nadie puede ver nuestra voz. Si las máquinas humanas nos permiten vernos, oirnos, conectarnos, es porque reproducen, aún rudimentariamente, nuestra propia existencia, nuestra propia forma de ser. Nuestra capacidad de afectación mútua es en cierta forma una evidencia de humanidad y de vida.
Pienso que una sociedad digitalizada no es una sociedad sin emociones o menos emocional, es una sociedad con posibilidades distintas de recrear lo real, con nuevas potencias para reconocernos, es una sociedad con posibilidades de expandir aún más nuestra existencia emocional.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Pensar el sinsentido del sentido

¿Cuál es la idea de mapa que aparece en el texto y qué relación tiene con el territorio?
La idea de “mapa” que aparece en el texto de Watzlawick hace las veces de metáfora para entender el problema planteado sobre la realidad de las cosas. En este sentido sabemos que un mapa no es un territorio, pero este ejemplo sirve para denotar el sesgo existente entre el nombre de la cosa y la cosa real. Según la teoría de Alfred Korzybski, no podemos, en tanto humanos, acceder a la verdad de las cosas, a la real realidad sino por medio del lenguaje o por impresiones del sistema nervioso. Solo podemos experimentar el mundo a través de abstracciones.
Lo que sabemos también es que tanto lo verbal como lo no verbal se producen en el cerebro, es decir que aprendemos sobre el mundo, usando por ejemplo, un lenguaje, lo que induce a pensar en la memoria y en que tanto el lenguaje como la memoria no tienen atributos de absoluta objetividad sino que están condicionados por la cultura, el espacio y lo temporal. Importa reconocer entonces que tenemos un aprendizaje más por realizar y es, como dice Korzybski, la obligación y necesidad de reconocer esta abstracción y concientizarnos de ello. Una de las principales razones es porque en esta habitualidad de nombrar o poner nombre a los hechos o a las cosas, tendemos a pensar que estamos interactuando con la real realidad, pero lo más que tenemos es una cosificación del mundo, en términos de Watzlawick utilizamos una gran abundancia de nombres que crean una pseudorealidad.

¿Por qué somos humanos cuando nos confirmamos recíprocamente?
Podría empezar a reflexionar sobre esto a partir del cuestionamiento de Watzlawick sobre la visión monádica del individuo donde el entorno se entiende solo como un fenómeno accesorio que acompaña al individuo pero que no tiene influencia sobre él. Si la cuestión emergente es la del individuo en tanto alguien que es y el entorno como epifenómeno, podríamos preguntarnos por las interacciones y relaciones que se dan entre los individuos y el entorno.
Bateson refiere a lo mental en doble sentido, un proceso hacia adentro, y un proceso hacia afuera. Retomando la idea monádica del individuo, pareciera que hay una doble existencia, una en tanto forma de ser substancial, centralizada e independiente de todo y al mismo tiempo somos en tanto el entorno nos permite interrelacionarlos con él, como si las mónadas de Leibniz se abrieran y pudieran interactuar entre sí. Sólo puedo dar cuenta de mí mismo a partir de las abstracciones que refiere Korzybski y esas abstracciones en tanto verbales o no verbales son construcciones individuales que se generan por procesos mentales dependientes de los procesos de interacciones con el entorno. Esto es, solo puedo dar cuenta de mí sí me refiero a otro, aunque el otro sea yo mismo, y por ello la comunicación deviene en proceso de suma importancia que me permite ser, y soy, siempre en relación a lo que los otros también son. De aquí, pienso se construye la idea de semejante, otro similar a mí, que necesita, en palabras de Watzlawick, confirmación en sus propiedades y capacidades humanas y por lo tanto me hace necesitarlas a mí también de mis semejantes. La comprensión de quién soy y quiénes son los otros, dice Bateson surge de la negociación contínua con la naturaleza y la cultura, creando una experiencia recurrente.
Si realmente existo, mi existencia es una creación individual y por lo tanto es, o mejor dicho soy a partir de reconocer mi libertad, de ello deviene claramente el reconocimiento de la posibilidad de ser de los demás en tanto ejercen su libertad para decidirse por una realidad y para ello se requiere conciliar con el mundo como condición de co-existencia, de convivencia.

La burbuja proxémica que explica las caídas desde el mirador de San Pablo, ¿aísla o conecta?
Edward Hall describe al término proxemia en referencia al empleo y a la percepción que el ser humano hace de su espacio físico, de su intimidad personal, de cómo y con quién lo utiliza. Es fácil entonces vincular a este empleo y ejercicio del espacio físico con el propio de su libertad. Del mismo modo, pensemos que el individuo construye su realidad y ejerce su libertad a partir de la existencia de otros.
Si bien podemos pensar que la proxémica describe las distancias entre nosotros, es al mismo tiempo algo que nos conecta y esto se puede reconocer cuando Hall hace notar que diferentes culturas mantienen diferentes estándares de espacio interpersonal, lo que queda perfectamente ejemplificado en el relato del mirador de San Pablo, donde las distancias interpersonales solo pueden darse si estoy con otros y entre otros. Nos conecta porque todos los humanos definimos estas distancias interpersonales y nos aísla porque estas distancias nos hacen sentir cómodos en diferentes situaciones, en tanto para estar cómodo debo mantener al otro fuera de mi territorio y evitar sentirme invadido. Hall expresa que darse cuenta y reconocer estas diferencias culturales mejora el entendimiento intercultural, y ayuda a eliminar la incomodidad que la gente puede sentir si considera que la distancia interpersonal es muy grande o muy pequeña. Watzlawick diría que el intento de dar prioridad al dentro o al afuera sería equivocado. Debemos comprender que los fenómenos derivan de la relación y que, por consiguiente, desborda el ámbito personal.

La tríada formada por maestro, alumno y educación, es un ejemplo donde el factor “relación” permite que los otros dos elementos adquieran sentido. ¿Podrían dar ejemplos? ¿Cómo funcionaría el esquema si movemos el punto fijo de la relación a algún otro de los componentes?
Watzlawick apunta a la existencia de un lenguaje de las relaciones y que de la relación de dos entidades pueden generarse más factores que los que aporta cada una de las entidades.
Si relacionamos un maestro y un alumno, ¿el conocimiento es el punto fijo de la relación? Debemos establecer forzosamente un lugar de observación que nos permita comprender mejor esto, es decir, si el que observa es el maestro, la relación con el alumno por medio del conocimiento va a ser distinta si el observador es el alumno y también variará si el que observa no es alumno ni maestro.
Pensemos que desde el maestro, la relación con el alumno por medio del conocimiento se enfocaría en la enseñanza, desde el alumno la relación con el maestro se enfocaría en el aprendizaje. Modificar el punto fijo de la relación implica encontrar relaciones totalmente diferentes, puesto que desde el lugar elegido para entender el mundo en sus relaciones con las cosas torna relativo el resultado de la observación. Esto puede ser porque lo que podamos observar desde cierto lugar o perspectiva, termina siendo una creación individual y al mismo tiempo a por las propiedades del sistema al que pertenecemos. Finalmente Watzlawick, agrega a esta reflexión que cada cual además de observar las cosas, otorga sentido y valor a lo que observa. Retomando la relación docente, alumno, conocimiento, va de suyo que tanto el alumno como el maestro observarán cosas diferentes y si en el extrañísimo caso no fuera tan así, es indiscutible que las opiniones que tengan de lo observado terminarán por permitirles construir y reflejar un particular y personal mundo, que, en palabras de Watzlawick, no siempre nos posibilita caer en la cuenta que somos nosotros los que atribuimos una significación al mundo.

La diferencia entre atribución de sentido y percepción implica una renuncia. ¿Cómo podemos actuar para que esto genere nuevas posibilidades?
La desgracia de la existencia humana comienza cuando se considera lo sabido científicamente como el ser mismo y cuando todo lo que no es posible saber de modo científico es tenido por no existente, dice Jaspers.
Si reflexionamos respecto a que la única forma de tomar contacto con la realidad es por medio de abstracciones y además éstas están determinadas individualmente y por las relaciones y procesos que tenemos con el entorno, si contraemos nuestras posibilidades de conocer sólo aquello que existe a partir de percibirlo por medio de nuestro sistema nervioso, es innegable que hay algo más que queda fuera de nuestro rango de saberes, que nuestras posibilidades se achican. Ahora bien, aceptar que algo quedó afuera requiere la renuncia a pensar que la hay una única realidad objetiva que se descubre gracias a nuestra capacidad de ver, sentir, oír, tocar u oler. Si además podemos reconocer que en tanto humanos nuestros órganos sensoriales son diferentes de las demás seres vivos, debemos renunciar aún más a la pretenciosa idea de una única realidad objetiva transmitida por nuestra experiencia corporal en el mundo.
La forma de generar nuevas posibilidades aparece desde el momento en que tomamos conciencia que interactuamos indirectamente con el mundo real y lo hacemos a partir de una construcción verbal, el lenguaje, o de una experiencia con hechos o fenómenos de la naturaleza que también está condicionada cultural, espacial y temporalmente. Korzybski apela al entrenamiento de la conciencia de la abstracción, Bateson agrega su aporte respecto que somos en la interacción con el entorno y podemos hablar de micro entornos y de macro entornos y por ello somos en relación con nosotros mismos, con la cultura y con la naturaleza; y lo que somos es el mundo que aceptamos como real. Con esto quiero decir que la toma de conciencia que nuestro entendimiento de lo que realmente es puede mejorarse o evolucionar en tanto aceptemos que nuestra percepción de las cosas, nuestra realidad de primer orden puede esconder muchas realidades que están solapadas en las limitaciones espaciales y temporales de nuestros sentidos y por el sentido mismo que le otorgamos a lo que vemos, en la necesidad de otorgar un supuesto a la realidad en que vivimos para darle sentido a nuestras vidas. En conclusión, las nuevas posibilidades están, en cierta forma acotadas, por la tolerancia que demostremos respecto de la falta de sentido o de supuestos de la realidad que construimos mientras estamos vivos. Des-suponer algo sobre la realidad en que vivimos indiscutiblemente nos permitirá adentrarnos en lo desconocido que implican las nuevas posibilidades, ampliar el mundo y ampliar el sentido de la vida.

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